Las cosas que se cuentan en la peluqueria!



viernes, 24 de junio de 2011

Camion de Pasajeros - las jilguerillas

Programaciones.

Mira... allá abajo!!! cuando era niño mi abuela decía que los arbustos y arboles forman la imagen de la virgen. le dije a Luciano-. Habíamos subido a la montaña de Cristo rey, estuvimos casi 15 minutos allí arriba observando el paisaje. Le explique, y después de un rato consiguió ver; era jueves y gracias a dios el atrio estaba desierto.
Cuando era niño venía seguido con mi abuela, ella era una mujer fuerte y maciza: de rancho, y yo un niño de apenas 8 años. Después de entrar al recinto ella me explicaba detenidamente como era la imagen que sólo ella podía ver; me explicaba una y otra vez apuntando siempre hacia el mismo lugar ... y yo? : fingía verla para evitar siempre la misma explicación... hasta que un día finalmente la vi.
-Paco, paco... bueno?... cabezón contesta- decía mi madre al teléfono.
-Si? que pasó?
-Pos dónde andas?
-llegando a León
-ah!... oye estoy en casa de mi mamá quieren venir a cenar?
-si te veo allí al rato.
Llegamos a casa de mi abuela, para amenizar un poco le conté sobre mis vacaciones.
Madre!!!... fuimos a cristo rey para que Luciano vea que tenemos nuestro propio Corcovado.
¿Recuerda que cuando era niño siempre me decía que la virgen se.... ... -no termine la  frase cuando mi abuela interrumpió- pero yo nunca la vi!!!!
Pero cómo que nunca la vio??? si hasta me señalaba y me decía, año tras año la misma historia... hasta yo la he visto y he hecho que Luciano la vea!!!...- pués yo nunca la vi!- dijo nuevamente con cara divertida... a mi, mi abuela me decía que la virgen ...allí estaba...     


Salir con dignidad...

No hubo llantos ni preguntas...:ni mucho menos caras tristes; solo la respiración entrecortada y a veces profunda de quien al dar por terminadas las situaciones termina por aceptar lo inevitable.
Mi madre llegó tranquila, de tanto discutir y de tanto reclamar estábamos todos cansados. Nos alistó sin decir una sola palabra, en pleno miércoles y en menos de 20 minutos todos listos y preparado para salir como si fuera
día domingo. Mis hermanas trenzando sus cabellos sin siquiera mirarse y yo en mi mejor pantalón  de poliéster  incómodo y rígido, pero impecable y brillante, la camisa de cuadros que mi madre  confeccionó para usar sólo en días de fiesta ; todos muy guapos... pero mudos, sabíamos que no regresaríamos.
Don Cruz llegó tarde a casa, empujando puertas a patadas y vociferando contra su mujer que siempre esperaba hasta tarde para servirle la cena... habían pasado tres días antes de que repartiera su salario con los amigos de parranda, ahora con los bolsillos vacíos era hora de volver...

HUGO AVENDAÑO, ADIOS MI CHAPARRITA